¿Qué te inspiró para iniciar este negocio?
Mi amor por los cosméticos nació hace 42 años, trabajando con personas influyentes en la industria. La idea de crear mi propia marca surgió en enero del 2000, cuando decidí enfocarme en el cuidado de las manos de las manicuristas. Quería ofrecer capacitaciones y productos que realmente cuidaran sus manos, un enfoque que en ese entonces no era común.
¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste al comenzar?
Tuve que enfrentarme a un entorno dominado por hombres que no creían en mi visión. Me decían que no tendría éxito, pero decidí investigar y hacer un análisis de mercado. Descubrí que las manicuristas necesitaban productos que cuidaran sus manos, lo que me ayudó a definir la dirección de mi marca.
¿Qué consejo le darías a quienes quieren crear su propio negocio?
Es esencial tener un objetivo claro y luchar por él. Siempre he pensado en los demás y en cómo servirles, más que en el aspecto económico. Cuando hay una verdadera pasión, la empresa crece por sí sola.
