Las manos y brazos son de las zonas más expuestas a agentes externos o irritantes debido a que los usas para casi cualquier acción. Por este motivo, necesitan de varios cuidados para mantenerlos sanos.
¿Para qué sirve exfoliar la piel?
Utilizar un exfoliante nos ayuda a limpiar las células muertas y permitir la regeneración de la capa superior de la piel, la epidermis. Con este método, la limpiamos y fomentamos su renovación.
Antes de comenzar, debemos tener en cuenta la reacción de nuestra piel a la exfoliación. Cada cuerpo es diferente, de modo que no cualquier tratamiento funcionará para todas las personas. Prestar atención y observar los resultados en nuestra piel hará que encontremos la fórmula indicada para nuestro caso específico.
¿Cómo realizar la exfoliación?
Queda claro que exfoliar la piel es una práctica indispensable en nuestra rutina de cuidado corporal. Pero, como en cualquier tratamiento de cuidado o belleza, no hay que abusar de su uso.
Exfoliar la piel es benéfico siempre y cuando se le dé el tiempo suficiente para regenerarse. Lo recomendable es hacerlo una vez por semana o al cabo de 10 días, y esto depende principalmente del tipo de piel. Ten en cuenta que no debes exfoliar zonas lastimadas o irritadas.
Ahora te enseñaremos todo lo necesario para que puedas incorporar la exfoliación a tu rutina.
1. Limpia tus manos y brazos
Si bien la exfoliación es parte de una rutina de limpieza, tener la zona limpia antes de comenzar es siempre una buena práctica. Además, la superficie de la piel mojada puede ayudar a la distribución del producto y a mejorar la acción de los exfoliantes.
2. Aplica el producto
Sigue las instrucciones que señalamos en el empaque y aplica el exfoliante sobre tu piel. No es necesario aplicarlo con fuerza para conseguir un buen resultado; al contrario, podrías dañar tu piel. Distribúyelo con movimientos circulares sobre y masajea la zona de manera suave pero firme.
3. Enjuaga y seca tus manos
Una vez que hayas terminado de utilizar alguno de nuestros exfoliantes, enjuaga la mezcla con agua tibia. Recuerda que no es necesario dejarla demasiado tiempo, la clave está en él masajeo.
Después, utiliza una toalla suave para secar la zona. No frotes ni refriegues la toalla contra tu piel. Aprieta suavemente y seca aplicando pequeños toques.
4. Humecta la piel
Este probablemente sea el paso más importante. Una vez que se hayan removido las células muertas, la piel queda un tanto expuesta a los factores naturales externos. Por eso es recomendable humectarla después de exfoliarla, y así ayudar a su recuperación. Utiliza una crema hidratante para finalizar tu rutina e incorpora protector solar todos los días para protegerla.
Beneficios
Ahora que ya sabes cómo exfoliar tus manos y brazos, veremos algunos de los beneficios de este procedimiento. Aquí te detallamos algunas de sus múltiples ventajas, sobre todo los beneficios estéticos que a largo y mediano plazo mejoran la apariencia.
1. Regenera tu piel
La exfoliación es el método ideal para renovar la piel y complementar el ciclo natural de nuestras propias células. Además, es una excelente técnica para prevenir el envejecimiento, por lo que tus manos y brazos se verán más jóvenes y con un aspecto más luminoso.
2. Belleza
Una piel bien cuidada se puede apreciar a simple vista. Exfoliar e hidratar correctamente la piel hará que tus manos y brazos se vean bellos y se sientan mejor al tacto. También es una excelente manera de regalarte un masaje una vez por semana.
3. Suavidad
Después de una buena exfoliación, tu piel quedará más suave que nunca. Combina el tratamiento con una crema humectante y transfórmala.